Crítica de cine: Tyler Rake
Poco a poco, los directores de especialistas van dando el salto a la dirección, como demuestran los trabajos de Chad Stahelski, David Leitch o Larnell Stovall, éste último de momento en televisión. Es algo necesario de cara a saber filmar la acción, normalmente con ellos como directores de segunda unidad encargándose de muchas secuencias de acción. Por otro lado, la manera de consumir cine va cambiando con la aparición de producciones propias de plataformas como Netflix o Amazon Prime Video, además de la actual emergencia sanitaria que estamos sufriendo. Si sumamos las dos cosas, obtenemos películas como Tyler Raken, titulada originalmente Extraction y que hace nada estrenó Netflix, suponiendo el debut de Sam Hargrave como director en el largometraje después de una larga carrera como director de acción y especialistas además de director de cortometrajes. Hargrave tiene una carrera en el cine superheroico participando en X-Men Orígenes: Lobezno (2009), Green Lantern (2011), Los Vengadores (2012), Lobezno Inmortal (2013), Capitán América: El Soldado de Invierno (2014), Capitán América: Civil War (2016), Escuadrón Suicida (2016), Thor: Ragnarok (2017), Deadpool 2 (2018) o las dos últimas entregas de los Vengadores, Infinity War (2018) y Endgame (2019)
Que haya nombrado tantas películas de superhéroes no es algo anecdótico, siendo coreógrafo de lucha de algunas de ellas, y doble de Chris Evans en todas sus apariciones como el Capitán América. Esto ha establecido vínculos entre Hargrave y los hermanos Russo, directores de las entregas 2 y 3 tanto del Capi como de los Vengadores, y ha provocado que sea el elegido por Joe Russo para dirigir esta adaptación de la novela gráfica del propio Joe y con Chris Hemsworth como protagonista. Supongo que no hace falta recordar que Hemsworth es Thor en el Marvel Cinematic Universe, además de productor de la película. La historia nos presenta a Tyler Rake, un mercenario contratado para rescatar al hijo de un magante indio, pero como suele ocurrir, la cosa se complicará, para disfrute del espectador. Hemsworth se aleja de la sombra de Thor para encarnar a un tipo rudo, dejando fuera el humor del personaje marvelita, pero no la acción, claro, demostrando que puede hacer papeles más serios, algo que ha dejado de lado en muchas de sus últimas producciones, acompañado de un reparto indio, país donde transcurre la historia, con un rodaje en Bangladesh en su gran mayoría. Y sin duda la acción es la protagonista de esta historia, que contiene un plano secuencia realmente alucinante de doce minutos, comenzando con una persecución de coches y terminando con otra a pie repleta de tiros, golpes, caídas, atropellos y cuchillos, aunque tenga cierta ayuda digital en algunos momentos. Toda una set piece que demuestra que Hargrave se merecía y merece dirigir, como tantos otros coordinadores de especialistas que están demostrando saber dirigir acción mucho mejor que directores de cine. Si el cine de acción se pone en manos de quienes saben planificarla y coordinarla, está claro que dejaremos de lado los efectos digitales para volver a una acción más tradicional que, en su origen, lograron desarrollar y encumbrar el género.
Sin duda la secuencia de doce minutos es la más impresionante de todas, pero esto no significa que no tengamos buena acción en el resto del film. El inicio de la misión de Rake tiene otra secuencia realmente dolorosa, donde el equipo de especialistas de Hargrave ya va dejando claras las intenciones de la película, ofrecer mucha y muy buena acción, supliendo un guion bastante típico y ofreciendo acción física mezclada con pistolas y cuchillos, con una coreografía imaginativa y brutal que usa los elementos del decorado de forma inteligente para mantener un nivel muy alto. Hemsworth da así un paso más para consolidarse como actor de acción con un personaje de pocas palabras cuyos actos dicen mucho del personaje, sobre todo con la relación con el chico protagonista y con uno de los sicarios que le persiguen. Esto es otro elemento que intenta alejarse de los clichés de este tipo de historias, evitando simplificarlos en buenos y malos. Claro que tenemos un villano malísimo, pero hay otros personajes que son más ambiguos y que igualmente protagonizan escenas de acción, que, al fin y al cabo, es lo importante de la película. Randeep Hooda, solvente actor indio, secunda a Hemsworth, resultando un personaje interesante, ese asesino que intentará llevarse al chico que defiende Rake, pero no podemos olvidar la presencia de David Harbour (Stranger Things) o la iraní Golshifteh Farahani como jefa de Rake. Son estos personajes los que tienen más capa de desarrollo, en contrapunto con el villano, papel en manos de Priyanshu Painyuli, que demuestra poder ser tanto el héroe, como en Bhavesh Joshi Superhero (2018) como el malo. Actores solventes, una historia típica pero muy bien rodada, con esos exteriores polvorientos y salvajes, tiroteos espectaculares (atención a la secuencia final en el puente), un final abierto para secuela (esperemos que sea así) y un rodaje dificultoso pero que Hargrave controla (por cierto, podemos verle como actor interpretando a Gaetan, uno de los miembros del equipo del personaje protagonista) para convertirse, por derecho propio en una de las mejores muestras de cine de acción de este año.
Mientras que se cancelan los estrenos en cine, plataformas como Netflix siguen ofreciendo nuevas producciones que, en este caso, consigue superarse con una película imprescindible si amas la acción de calidad.